Y hablando de refranes aquí va uno que nos decía mi yayo: “Cel a borreguets, aigua a cantarets” que en castellano sería: “Cielo a borreguitos, agua a cantaritos”.
Y es que mi yayo era hombre de campo, de piel curtida, manos grandes y fuertes y sabía perfectamente el tiempo que iba a hacer al día siguiente. Nunca se equivocaba. Ya podía haber una nube negra encima de nosotros que si el yayo olía así o asá o si el viento iba allí o allá o si las golondrinas piaban de una u otra forma, el decía que no llovía y era cierto, al final ni gota!
Así que esa frase que he oído mil veces y mil veces he admirado, la dejo en esta camiseta que no es la última en honor a mis mayores.
PD: los retales son de retales de camisas de mi padre, de mi hermano, etc.
1 comentario:
Es preciosa, y la frase bien cierta. Los abuelos saben mucho, y más si son hombres de campo. Mi abuelo también era un hacha con la predicción del tiempo :)
Un abrazo grande, grande.
Nür
Publicar un comentario